Si para formalizar la compra de una propiedad necesita realizar un préstamo hipotecario, le recomendamos que lea este apartado en el que explicamos de forma breve y sencilla la información básica que debe conocer y aspectos de debe tener en cuenta antes de tomar ciertas decisiones.
Existen 2 tipos de préstamos; préstamos personales y préstamos hipotecarios. En este caso, nos centraremos en los préstamos hipotecarios dado que son los destinados a la compra venta de una vivienda.
Un préstamo hipotecario o hipoteca es un acuerdo entre usted y el banco, el cual actúa como entidad prestamista. El cliente se compromete, mediante la firma de un contrato, a devolver la cantidad prestada a lo largo de un plazo de tiempo establecido y mediante las cuotas mensuales.
En general, el prestatario debe disponer de un 30% del total de la inversión puesto que los bancos suelen aprobar hasta un 70% del total requerido. Es importante tener en cuenta también los gastos de la constitución del préstamo, es decir, costes de tasación, honorario de gestoría, de notario, costes registrales, impuesto de actos jurídicos, comisiones bancarias, etc.
Antes de escoger con qué banco trabajará, es recomendable visitar varios bancos y comparar las condiciones ofrecidas y así conseguir las mejores condiciones posibles. Una vez hayan escogido quién será su prestamista, éste solicitará una tasación para conocer el valor del inmueble y así fijar un valor de cara a solicitar la hipoteca. Los principales factores que se valoran son la superficie, ubicación, iluminación, estado del inmueble y la distribución, entre otros.
Con el fin de aprobar el préstamo hipotecario, la entidad financiera solicitará una serie de información y documentación necesaria para tener garantía de que va a poder hacer frente a los pagos mensuales. Necesitarán saber cuáles son los ingresos mensuales, si es usted autónomo/a o asalariado/a, tipo de contratación (contrato indefinido, temporal), que no figura en ninguna lista de morosos, otras posibles fuentes de ingresos, etc. Dicha información será determinante para decidir si se concede el préstamo o no.
A la hora de determinar fechas y compromisos con el vendedor, es importante tener en cuenta que la tramitación de la hipoteca puede tardar hasta dos meses.
A continuación procedemos a explicar brevemente una serie de conceptos que debería que conocer para solicitar una hipoteca y negociar las condiciones:
La cuota mensual se compone del capital prestado, más los intereses bancarios. La cuota a pagar vendrá determinada por la cantidad solicitada, la duración del préstamo y el tipo de interés acordado. El interés puede ser fijo, variable o mixto.
Se recomienda que la cuota mensual no supere el 50% de los ingresos del cliente o de la familia prestamista.
Interés fijo: se calcula aplicando un tipo estable, único el cual no varía a lo largo de la duración del préstamo, es fijo.
Interés variable: el tipo de interés va variando a lo largo del tiempo, no es estable. Las variaciones vienen marcadas por dos cifras o tipos: un índice o tipo de interés de referencia más un porcentaje o margen diferencial (EURIBOR + Diferencial).
Interés mixto: se compone de dos etapas. Durante la primera se aplica un interés fijo y durante la segunda un interés variable.
Comisión: cantidad que cobra el banco como contraprestación por haber ofrecido una serie de servicios, tales como realizar un estudio hipotecario, la apertura de una hipoteca, amortizaciones, cancelaciones anticipadas, revisión de condiciones, etc. No todos los bancos aplican comisiones y si las aplican pueden variar.
Carencia: el periodo de carencia de una hipoteca es el tiempo durante el cual se aplica una reducción de la cuota mensual, o se aplaza la totalidad, pagando solamente los intereses.
Dación en pago: acuerdo voluntario entre el banco y el prestamista titular del inmueble el cual estipula que, en el caso de no poder hacer frente al pago del préstamo, se entrega el inmueble hipotecado dando así la deuda por extinguida. De este modo se evita un procedimiento judicial de embargo del inmueble. En definitiva, en lugar de realizar el pago mediante dinero efectivo, se realiza con el propio bien inmueble que servía de garantía.
Esperamos que con esta breve explicación, comprenda mejor en qué consiste una hipoteca y los aspectos que hay que valorar antes de tomar ciertas decisiones y que la compra de su futura propiedad o propiedades en Menorca sea lo más sencilla posible. De todos modos, recomendamos siempre acudir a un asesor bancario, puesto que son expertos y podrán proporcionar información más depurada.
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